lunes, 5 de diciembre de 2016

Las Naranjas (Nuestra gastronomía #2)


EIXAMPLE
Ruzafa

Las naranjas desde la época islámica han sido consideradas como joyas vegetales. Su flor muy apreciada por los perfumistas árabes y el naranjo tuvo siempre un lugar de honor en los jardines de sus palacios y sus mezquitas, perfumando las noches creando un ambiente como surgido de las Mil y una noches. 

Patio de los Naranjos  (Sevilla)

Matricula de un vehiculo de Florida,
donde aparecen las Naranjas. 

Era la protagonista la naranja amarga, hasta que en el siglo XV la naranja dulce pasó a ser objeto de comercio y exportación al reino de Navarra. Colón las llevó a América, expandiéndose por las regiones de Florida y California.
Se convirtió en un dulce y jugoso emblema de nuestra ciudad, que llegó con éxito al mundo del Arte, donde aparecía en las manos de los mercaderes valencianos, personajes de las comedias de Lope de Vega, que regalaban a las autoridades según dictaban los guiones. 

Lope de Vega, haciendo helado de naranja, con zumo con nieve.
Escena de la película "Lope" dirigida por Andrucha Waddington (2010 ) 

Los naranjos no solo decoraban los jardines con su denso follaje verde brillante, sus perfumadas flores de azahar, sino que llamaban la atención sus frutos naranjas, que por belleza plástica y cromatismo han llevado a muchos pintores plasmarla en sus cuadros, ya fuera en bodegones, en canastas, en racimos o incluso en huertos completos.
El Vendedor de Naranjas - Joaquín Sorolla y Bastida.

Entre naranjos - Joaquin Sorolla y Bastida 

Los valencianos hemos amado a la naranja, hasta tenerle cierto punto de veneración, razón por la cual se conserva en la iglesia de Olocau del Rey, Castellón, una talla del siglo XIV de la Virgen de la Naranja.

Virgen de la Naranja.
Olocau del Rei (Castellón)

Pero no solo ha habido invocación religiosa a la fruta, sino también arquitectónica como podemos contemplar en nuestra ciudad todos los días en el Mercado de Colón una obra del arquitecto Francisco de Mora Berenguer, donde aparecen representadas junto a mujeres valencianas en los mosaicos de Mongrell. Y también nos dan la bienvenida al entrar a la ciudad en la Estación del Norte, obra del famoso arquitecto Demetrio Ribes. 

Detalle del Mercado de Colón
Fotografía: Tono Gimenez. 

Mosaico de la Estación del Norte.
fotografía: Isabel Balensiya

Fachada de la Estación del Norte. Fotografía Isabel Balensiya. 

Ya llega diciembre, callejero, y Valencia se llena de naranjas…

Valencia 

Aquí todo el año entero
parece sereno abril,
pues tenéis árboles mil
más copiosos por enero;
allá crisola el setiembre
todo lo que mayo muda;
pues pregúntale si suda
al escarchado diciembre.

Sin duda que aquesta tierra
debe ser paraíso
donde el cielo, en parte, quiso
mostrar el poder que encierra. 


(Félix Lope de Vega. 1590)


viernes, 25 de noviembre de 2016

LA ZAIDÍA: de conventual a ferroviaria (Distritos de la ciudad #5 )

Los modernos tranvías de Valencia

La Zaidia (La Saïdia en valenciano) es el nombre que recibe el distrito número 5 de Valencia. Se encuentra limitado al norte con Benicalap y Rascanya, al este con Benimaclet y El Pla del Real, al sur con Ciutat Vella y al oeste con Campanar.

Mapa de la zona que abarca el quinto distrito  valenciano. 

Está compuesto por los barrios de: Marxalenes, Morvedre, Trinitat, Tormos y Sant Antoni

Antiguo Convento de la Zaidia
1960
El topónimo “Zaidía” es una castellanización del valenciano Saïdia, que a su vez deriva del nombre del palacio que tuvo un día en esta zona el rey islámico Zayd, el cual estaba emplazado en el lugar que posteriormente se construiría el Convento de Gratia Dei, también conocido como Convento de la Zaidía.Este distrito de Valencia tiene varios lugares de interés, como es el Monasterio de la Trinidad, situado en barrio al cual da nombre. También contaba con el Monasterio cisterciense de La Saïdia, enfrente del puente de San José, pero fue demolido en los años 60. 


Monasterio de la Trinidad

Para muchos de vosotros, callejeros, también os será conocida la zona por ser la confluencia de las vías del Trenet de Valencia, que llegaban desde Rafelbunyol, Burjassot y el Cabanyal hasta la estación del Pont de Fusta, aunque hoy en día es el moderno tranvía el que recorre de Oeste a Este el distrito. También dispone de importantes parques municipales como el de los Jardines del Real o el Parque Municipal de Marxalenes. 

Parque de Marxalenes

EN ESTE DISTRITO ENCONTRARÁS: 

Marchalenes


Morvedre


Trinitat


Tormos


San Antonio

jueves, 17 de noviembre de 2016

PLA DEL REAL, los jardines de Valencia. (Distritos de la ciudad #6 )

 
Llano del Real, la fuente de las Cuatro Estaciones

El Pla del Real (El Llano del Real, en castellano) es el nombre que recibe el distrito número 6 de la ciudad de Valencia. Limita al norte con Benimaclet, al este con Algirós y Camins al Grau, al sur con Ensanche y al oeste con Ciutat Vella y La Zaidía.

Mapa de la zona que abarca el 6º distrito.

Está compuesto por los barrios de: Exposició, Mestalla, Jaume Roig y Ciutat Universitaria.

Se trata de una zona importante dentro de Valencia, ya que alberga algunos centros neurálgicos como son el Campus de la Universidad de Valencia, Paseo de la Alameda, El Puente de las Flores, Estadio de Mestalla, El Palacio de la Exposición y los Jardines del Real y Monforte y el desaparecido Palacio de Ripalda. 

La fuente de las Cuatro Estaciones con el Palacio de Ripalda al fondo. 

Su nombre proviene del antiguo Palacio del Real, la residencia de los reyes de Valencia, que originariamente era una finca de recreo islámica o real. Esta denominación no procede del término real (derivado de rey) sino que proviene del árabe “riyad”  que significa: Jardín.

Panorámica de los Jardines del Real

Sin duda esto da fe, que  desde la época islámica esta parte de la ciudad, ha estado siempre repleta de zonas de recreo ajardinadas, donde nuestros antepasados han ido a relajarse. 

Paseo de la Alameda en el siglo XIX


EN ESTE DISTRITO ENCONTRARÁS: 

Exposición

Mestalla


Jaume Roig

martes, 15 de noviembre de 2016

El viejo Almez del botánico (árboles extraordinarios #3)


El Almez del bótanico.
Fotografía Isabel Balensiya 
EXTRAMUROS
Botánico

Callejero regresando a casa por la calle Quart la mirada curiosa se gira a un lado para observar el interior del zaguán del Jardín Botánico donde destaca en el vestíbulo la pequeña zona ajardinada que se dejó para que siguiera engrosando y creciendo el tronco de uno de los árboles más extraordinarios de Valencia.


Fotografía J. Luis Vila. 

Se trata de un Almez *(Celtis Australis) un árbol con carácter fuerte y cuyo tronco suele bifurcarse en ramas que acaban en una copa ancha de forma redonda y de hoja caduca que florece en pequeñas florecillas amarillas. En la naturaleza suele nacer en solitario en lugares frescos e húmedos llegando a aguantar 5 siglos, lo que es muy fácil que llegue a cumplirlos ya que se acostumbra a la polución urbana y no suele enfermarse con plagas.







Detalle del salto arquitectonico que se
procedió a realizar para su conservación.
Fotografía J. Luis Vila.
Nuestro extraordinario ejemplar en el en el Jardín Bótanico de Valencia, tiene 80 años, el cual ha crecido durante estos años inclinándose para encontrar más luz salvando los obstáculos arquitectónicos, ya que – afortunadamente - fue respetado durante la remodelación del edificio principal adaptándose la configuración arquitectónica para no dañarlo en ningún momento, según comentó el director del jardín, Antonio Aguilella, como  símbolo del antiguo paisaje rural en Valencia, ya que los antiguos valencianos les gustaban plantarlos en sus alquerías, bien para darles sombra en sus descansos estivales, bien como para aprovechar su madera para construcción de herramientas de agricultura.

Sin duda este árbol representa un símbolo más en nuestro legado patrimonial natural, que con orgullo todas las mañanas extenderá sus ramas en revindicando que aún existe, y que por mucho que se construya, la Naturaleza siempre será la dueña de la tierra.

Fotografía de Antonio Marín

El fuerte tronco del árbol.
Fotografía: La tabla. 

El Almez sobresaliendo por encima del edificio de investigación del Jardín.

Visión del Almez (derecha) entre los antiguos edificios del bótanico. (1960)


 *(Celtis Australis) Celtis es el nombre por el cual los griegos lo conocían, y Australis significa “sur” en honor a su procedencia al sur del mediterráneo. El nombre por el cual lo conocemos nosotros procede de nuestros antepasados musulmanes Al-mais.


Todas las entradas de los árboles extraordinarios de Valencia, se las dedico a mi abuela, quien me enseño la afición por la jardinería, y el gusto por los árboles contándome las historias y nombres de todos ellos junto el de las flores. 

jueves, 10 de noviembre de 2016

Pedro III “El Grande” (Reyes de Valencia #2)

Pedro III "El Grande".
 Retrato imaginario por Manuel Aguirre y Monsalbe. 1854.
(Diputación Provincial de Zaragoza)
EIXAMPLE
Ruzafa

(verano de 1240 - 10 noviembre de 1285)
Hijo del rey Jaime I y su segunda esposa Doña Violante de Hungria, nació en el verano de 1240, quien reinaría en Valencia con el nombre de Pedro I de Valencia y III de Aragón y el sobrenombre de “El Grande”. En 1262 contrajo matrimonio con Constanza, hija de Manfredo y nieta del Emperador Federico II de Sicilia.

El 21 de julio de 1276, el rey Jaime I, viejo y enfermo de muerte – fallecería el 27 de aquel mes – estando en Alcira, abdica en D. Pedro, quien es coronado en Zaragoza en 1278 como Pedro I de Valencia y III de Aragón.

"Últimos momentos del rey don Jaime I el Conquistador en el acto de entregar su espada a su hijo don Pedro"
Obra de Ignacio Pinazo Camarlench - Museo del Prado (Madrid)

En 1265 Carlos de Anjou el llamado “sin merced” había sido coronado Rey de Nápoles y atacó Sicilia, derrotando a Federico II y a su Hijo Manfredo, haciéndoles decapitar y coronándose Rey, hasta que en 1282, a instancias de Juan  de Procida y otros caballeros sicilianos, sabedores de los derechos de doña Constanza a dicho reino, instaron a Pedro I para que los liberase de la tiranía de Anjou.

El 29 de agosto desembarca en Trapani, al día siguiente entre en Palermo aclamado por la muchedumbre, y el 8 de septiembre es proclamado Rey de Sicilia. Esto enfadó al Papa Martín IV, al rey Felipe de Francia y al señorío feudal del Alto Aragón y Cataluña, así como a su hermano D. Jaime , Rey de Mallorca, y “había que cortar las alas al águila”, fue excomulgado por el Papa Martín IV y combatido a sangre y fuego  por el ejército francés, invistiendo como señor de nuestros reinos  a Carlos de Anjou.

Pedro I refugiándose en su Valencia nativa y desde aquí, apoyado incondicionalmente por el pueblo y la nobleza armando hasta a los moros – que de esa manera redimían su cautiverio – empezó la batalla definitiva que habría de darle el sobrenombre de “El Grande” y costaría la vida a los protagonistas principales: Carlos de Anjou, que moriría en el verano de 1285, el rey Felipe de Francia, que murió derrotado en los sitios de Gerona en septiembre de 1285, y Pedro I El Grande , que moría el 10 de noviembre de aquel año, en Villafranca del Penedés, enfermo a consecuencia de esta serie de batallas, y por una neumonía que no pudo curar el célebre sabio Arnau de Vilanova, tras pedir perdón a Dios por sus pecados y mandar dar libertad a los prisioneros.


Llibre del Consolat del Mar 
En las Cortes de Valencia de 1238, Pedro El Grande se obligó a no imponer ningún tributo más y otorgó  el privilegio de elegir  dos cónsules de mar, según  las viejas costumbres marítimas. Por el nació el Consolat del Mar  50 años antes que en Mallorca y Barcelona.


Aparte de sus hechos de armas, su gobierno de Valencia se caracterizó por su sentido social al dar hegemonía en el Consejo al brazo ciudadano, al conceder pragmáticas de creación de nuevos oficios y fomentar la asociación de menestrales. Aún infante, fustigó al feudalismo y aconsejó  al Rey en sentido proteccionista de comercio y la industria, culminando su reinado con una magna empresa: la conquista de Sicilia que llevó a la Corona de Aragón a la plenitud de su poderío exterior y al dominio del Mediterráneo.


Pedro el Grande, que también destacó como poeta, fue un monarca de gigantesca personalidad, que atesoraba todas las virtudes de la época.

A Pedro I le sucedió Jaime II de Valencia y Aragón, llamado “El Justo”.

En nuestra ciudad tiene una calle dedicada en su honor.

Ubicación en el mapa de la calle dedicada al monarca. 


sábado, 5 de noviembre de 2016

CAMPANAR, el campo entró a Valencia (Distritos de la ciudad #4 )

Vall de la Ballestera - Campanar
Fotografia de Carlos AC

Campanar es el nombre que recibe el distrito número 4 de Valencia.
Limita al norte con Poblados del Oeste y Benicalap, al este con Zaidía, al sur con Ciutat Vella, Extramuros y L´Olivereta y al oeste con los municipios de Mislata, Quart de Poblet y Paterna. 


Zona que abarca el distrito de Campanar.


Está formado por los barrios de: Campanar, Les Tendetes, El Calvari y Sant Pau.
Su nombre deriva probablemente de campo (“camp” en valenciano) ya que el gentilicio siempre fue campero/campera. Porque en el siglo XIII no existía ningún campanario en el poblado recién conquistado por los cristianos.

En las donaciones, en El Llibre del Repartiment, ya aparece con el nombre de Campanar, pero como es el caso de mucha documentación de este tipo, los nombres son “cambiados” por los escribas cristianos, por no entender los de los valencianos islámicos.

Si nos vamos a las Crónicas, el origen de este pueblo – ahora distrito de Valencia – se encuentra en un conjunto de alquerías musulmanas que en 1242 Jaime I entregó a Gaspar Despallargues, según el Llibre del Repartiment. Por el territorio pasaba y continúa pasando la Acequia de Rascaña.

Eclesiásticamente perteneció hasta 1507 a la iglesia valencia de Santa Catalina Mártir, erigiéndose este año en parroquia, la capilla de Nuestra Señora de la Misericordia, hasta que el 19 de febrero de 1596 se encontró una imagen de la Virgen, pasando a denominarse desde entonces Virgen de Campanar.

Este territorio se añadió a Valencia en 1897 al absorberlo en su ampliación.


martes, 1 de noviembre de 2016

Gran ciprés del cementerio de Valencia (árboles extraordinarios #2)



El añejo ejemplar de Cupressus Sempervirens.


JESÚS
Camí Real 

Ya sea porque visitáis a vuestros fallecidos, o por las palabras que escribí ayer, hoy vais a ir al Cementerio General de Valencia, a colocar flores nuevas de plástico o a llevar hermosos ramos de crisantemos, rosas, gladiolos y lirios.
Seguramente callejero recorrerás el cementerio en busca de las tumbas de tus antepasados, y verás los altos cipreses que se alzan hacía el cielo con su imponente figura. Quizás no lo sepas pero ahí se encuentra el ciprés* más antiguo de la ciudad de valencia, un árbol extraordinario, por su gran tamaño que ha ido tomando a lo largo de los 200 años de vida de este cementerio.


*Ciprés (Cupressus Sempervirens) el término en latín se dice que puede derivar de Cyprus (Chipre) de donde es nativo y crece silvestre. Mientras que sempervirens significa siempre verde o vigoroso.


Ubicación en el mapa de la ciudad. 

Todas las entradas de los árboles extraordinarios de Valencia, se las dedico a mi abuela, quien me enseño la afición por la jardinería, y el gusto por los árboles contándome las historias y nombres de todos ellos junto el de las flores. 

lunes, 31 de octubre de 2016

Qué no cuenten viejos pétalos de plástico... (Esencias de Valencia #3)

Olvidada tumba en el cementerio de Valencia 

JESÚS
Camí Real

Quisiera que hoy leyerais mis palabras, sin prisa alguna, comprendiendo cada una de ellas, sintiéndolas desde lo más profundo de vuestras almas…

Me gusta rondar por los camposantos porque son lugares llenos de arte, para quienes lo sabemos apreciar, con estatuas dramáticas y teatrales con infinitud de detalle, que rivalizan con la gracia de las más simples y humildes. Pero para muchos de vosotros, solamente se trata de una especie de jardín olvidado, lleno de estatuas frías sin sentimientos, de miradas profundas y medias sonrisas congeladas, nostálgicas… junto un liviano sol que no calienta, que poco a poco va desgastando el color de los mármoles de las fachadas de estas últimas villas de reposo eterno que se engalanan con el verdín del bronce bruñido o el húmedo musgo. Algunas sin letras, haciendo olvidar hasta al morador del nombre que una vez tuvo, y lo que es peor que quien pase por allí tampoco pueda leer su nombre.
Porque no cuesta nada pararse a leer cada frase, cada poema dedicado a esas personas que ya no están entre nosotros, o sus nombres e imaginar cómo fueron sus vidas en tiempos pasados.

En todos los camposantos existe una maldición, se trata del olvido. Porque al entrar en la corte del Reino de los Muertos, las visitas son continuas acompañadas de flores, de velas, de oraciones… pero poco a poco dejan de llegar las visitas, ya nadie pronuncia sus nombres, ni limpia con nostalgia la antigua fotografía. Pero aun así hay quienes que los unos de noviembre, un único día al año, deciden cruzar la oxidada y pesada verja de la puerta de los cementerios, para visitar aquellos que allí residen.

Algunos posarían en sus vecinos sus miradas húmedas, si aún tuvieran ojos, y algunos otros murmurarían envidiosos si aún conservaran sus lenguas… Pero todos ellos se mueren de aburrimiento, acostados en sus lechos de madera, con los brazos sobre el pecho y contando los viejos pétalos de plástico, si es que aún tienen flores. Condenados a una damnatio memoriae por parte de aquellos que una vez les amaron. Ya lo decían los antiguos: olvidar es morir dos veces.

Cuando paseo por los cementerios me viene a la mente aquel poema de Bécquer que decía: ¡Dios mío que solos se quedan los muertos!  

Porque seguramente las noches son frías y húmedas, se oye quejarse a los recién llegados, los cuales duramente tendrán que acostumbrase a este silencio, a este olvido en que nunca nadie ha sido preparado, porque en Vida no se habla del Mundo de los Muertos, todo es silencio, no se quiere saber nada de los “eternos moradores” salvo que estos sean hijos ilustres de la ciudad, famosos artistas, arquitectos, pintores, etc. Nunca hablan de ellos, nunca se piensa en ellos, cuando alguien se muere es olvidado en unas pocas generaciones, un biznieto nunca visitará a sus bisabuelos, ni muchos menos a sus tatarabuelos… ¡Si es que saben dónde se hayan!

En unas décadas, tú callejero, te convertirás en un antepasado olvidado, no pronunciaran tú nombre, no te llorarán…

Por eso quiero decirte que cuando alguien muere, no es el final de la historia, hay que recordar la historia completa de esa persona, y que un camposanto es un lugar conmovedor, lleno de esas historias… la madre que ha perdido un hijo, ese bebé que voló al cielo nada más nacer, esos abuelos, padres, esos hermanos, ese marido, esa esposa… es un lugar cargado de paz de tranquilidad…Por eso me gusta ir de vez en cuando a este lugar, e imaginar donde acabarán mis restos, quienes descansaran junto a mí… quien se parará un instante frente a mi lápida. 

Así que desde aquí os pido que vayáis a visitarlos, no los olvidéis, que no cuenten viejos pétalos de plástico. Porque si los muertos hablaran os dirían: Recordadnos… 


miércoles, 26 de octubre de 2016

La Fuente de Primado Reig (Fuentes de Valencia #14)



RASCANYA
Orriols

Callejero son muchos los días que vas ajetreado por la ciudad, necesitando en un descanso, un descanso que a veces, aunque sea durante un instante, te viene dado por la contemplación de alguna fuente en las calles de la ciudad.

Es por ejemplo el caso de la fuente de Primado Reig, la cual no guarda relación alguna con este personaje, sino que su denominación procede de que esta situada en el cruce de la avenida de Primado Reig con la calle Sagunto y la avenida de la Constitución.

La cual se trata de una alberca de piedra circular, con varios surtidores, y en su centro un monolito pétreo de forma pirámide truncada con cuatro relieves de personas desnudas, sobre las que se desliza el agua hasta la taza. Su función es simplemente ornamental colocada para dar al lugar un poco de calma, entre tanto tráfico rodado que se encuentra en este punto de la ciudad.

Fue instalada hace 20 años, a la vez que se inauguraba el túnel que la atraviesa por el subsuelo.





domingo, 16 de octubre de 2016

Las lápidas romanas en la Basílica (Valentia#3)


Las lápidas romanas incrustadas en el zócalo de la Basílica.
Fotografía: Isabel Balensiya. 

CIUTAT VELLA
La Seu


Hace unos pocos días, mientras que recorría el centro histórico haciendo unas fotos para una entrada especial para este blog, pasé por la puerta de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, la cual estaba llena de turistas haciéndose fotos en sus puertas o con ella al fondo. Mi mirada se posó un instante en el zócalo del edificio en esos sillares de piedra que la bordean dándole un aire de robusteced, pero sin quitarle feminismo a la fachada.   

De entre todos los sillares, me fije concretamente en cinco de ellos, que normalmente pasan desapercibidos para los ojos de los callejeros, y es por eso que decidí pararme un instante para mostrarlos. 

No se si sabrás su  historia callejero, pero esas piedras son más antiguos que la propia basílica, se tratan de lápidas mortuorias de la época de Valentia, que al encontrarlas durante la construcción de la basílica decidieron incrustarlas en su muro, por respeto de aquellas almas que inhumaron en ese lugar de carácter sagrado. 

Vamos a analizarlas de izquierda a derecha... 

La primera de las lápidas es esta. 

Detalle de la primera lápida, y  sobre posición de su inscripción.
Fotografía Isabel Balensiya

Se trata de una lápida conmemorativa, o motiva que seguramente en estaría en el Templo de Asclepio, donde hoy en día esta la Basílica. En ella se puede leer esta inscripción:


ASCLEPIO
DEO
L (ucius) CORNELIUS


HYGINUS
SERVIR 
AUGUSTALIS


La cual se podría traducir de la siguiente manera:
“Al dios Asclepios, Lucio Cornelio Higinos, uno de los séviros augustales*.”


Esta lápida fue entregada al Templo por Lucio Cornelio Hygino en agradecimiento a Asclepios (dios de la Medicina) por curarle/salvarle de un grave accidente. 

Según los documentos el nombre de Cornelio era muy comun en la época, pero en cambio el apellido de Hyginus, es de origen griego, y por su cargo de servir augustal (*), sin duda se trata de un antiguo esclavo griego, que en este momento era un liberto, pero seguía siendo un "No ciudadano romano" 


(*) Individuo de cualquiera de los colegios sacerdotales compuestos de seis libertos, que en las provincias del Imperio romano cuidaban del culto a Augusto divinizado.

La segunda lápida que encontramos incrustada, es doble. 


Detalle de la segunda y tercera lápida,
y  sobre posición de su inscripción.
Fotografía Isabel Balensiya


En ella se puede leer:

SERTORAE
Q (uinti) · F (iliae)
MAXIMAE


M (arcus) · ANTONIUS
AVITUS


UXORI  


SERTORAE
Q (uinti) · F (iliae)
MAXIMAE
ANONIA
M (arci) · F (ilia)· LEPIDA
MATRI 


Las cuales se pueden traducir por: 

"A Sertoria Máxima, hija de Quinto, Marco Antonio Avito, a su mujer"
"A Sertoria Máxima, hija de Quinto, Antonia Lepida, hija de Marco, a su madre"

Se trata de una lápida dedicada a la muerte de Sertoria Maxima, por parte de su marido y su hija.

Dicha mujer pertenecía a una importante familia romana. Sertoria Máxima era hija de Quinto Sertorio, el cual vivió entre la época de los Flavios y la de los Antoninos, que estaban emparentados con los Antoni que eran una importante familia servorum et libertorum de la que hay documentación de cuatro nombre: uno masculino Antatellon, liberto de Antonia Lepida, y de tres femeninos, las hermanas: Antonia Valentina, Antonia Veneriosa y Antonia Onesicratia la cual estaba casada con un liberto Marcus Fonteius. 

La tercera lápida que encontramos. 

Detalle de la cuarta lápida, y  sobre posición de su inscripción.
Fotografía Isabel Balensiya


La cuarta lapida lleva inscrito lo siguiente:

ANTONIAE
M (arci) · F (iliae)
LEPIDAE
ANTATELLON


LIB(ertus) 


Se traduce por lo siguiente: A Antonia Lépida, hija de Marco. Anatellon, su liberto. 

Antonia Lépida, era hija de Marco Antonio Avito y Sertoria Máxima. La familia Ledipos, era una de las más influyentes de Roma y Antatellon, su liberto en agradecimiento a su señora Antonia Lepida le dedica esta lápida, en recompensa de los beneficios que de ella había recibido una estatua con esa inscripción. 

Por último la quinta lápida de calcárea rosácea. 

Detalle de la quinta lápida, y  sobre posición de su inscripción.
Fotografía Isabel Balensiya

Se trata de un claro ejemplo de Damnatio Memoriea, castigo o condena a la memoria. La cual consiste en borrar las letras de un nombre propio para que no se puedan leer. Esto ocurria por varios motivos: porque era el nombre que se refería a un personaje odiado por el pueblo, o por el poder político, religioso... 

Cada letra de esta lápida fue minuciosamente borrada, rascada incisa para que no se pudiera leer lo siguiente:

IULIAE
MAMAE
AE· AUG (ustae)· MA
TRI· AUG (usti)· ET
CASTRORUM
ET·SENATUS
VALENTINI
ET VETERES

Lo que hoy en día se podría traducir como; 

A Julia Mammea Augusta, madre de Augusto, el ejercito y el senado de los valencianos veteranos. 

Julia Mamea, fue la madre del emperador Marco Aurelio Severe Alejandro,  hija de Julia Masea, mujer de Gesio Marciano, sobrina de Julia Domna, esta madre del emperador Caracalla. 

Julia Mamea desempeñó con gran habilidad la regencia de su hijo Marco Aurelio Severo Alejandro, aclamado emperador cuando aun no tenia 14 años. Durante el reinado de su hijo ejerció un estricto control sobre el joven emperador e incluso eligió una esposa para el, pronto se deshizo de su protegida, la desterró cuando consideró que estaba adquiriendo demasiada influencia sobre Alejandro. Murió asesinada junto a su hijo por manos de los legionarios en 235. 

Se le aplicó la Damnatio Memorae, cuando cayó en desgracia por rumorearse que era cristiana y serían los porpios romanos valencianos, quienes le borrarían su nombre en esta lápida. 

Ahora callejero cuando pases por la puerta de la Basílica, detente un instante a contemplar las lápídas de tus antepasados romanos... sobretodo la de Julia Mammea.